diumenge, 16 de setembre del 2012

Al borde del abismo.



Dicen que nunca se pierde lo que nunca se tiene.  Quizá ese sea el mayor de mis  problemas, que yo nunca te tuve, pero aún así pensé que hasta el último poro de tu piel era mío. Pero ahora sé que me equivoque, que cada lágrima derramada fue un derroche, también  sé que me equivoque al darlo todo, me equivoque cuando lo  entregué todo en una relación que no tenía ni pies ni cabeza. Lo peor  es que lo sabía pero lo seguí intentando, me caí  unas cuantas veces pero aún así me levante, mi orgullo supo en varias ocasiones que se siente al estar por los suelos, pero no me importó en ningún momento, porque todo lo que hacía era por ti, por nosotros…

Y aún así estoy aquí fumándome el último cigarrillo con los auriculares puestos y con nuestra canción de fondo , las lágrimas vuelven como fieles compañeras de viaje, te acuerdas cuando dijiste que lo nuestro era para siempre, me lo juraste, y yo podre ilusa te creí, sin dudarlo dos veces, y un día el para siempre se convirtió en un adiós, te acuerdas cuando por primera vez me dijiste que no eras bueno para mí ,que encontraría  a alguien mejor que tú y  también lo juraste ,pero ahora veo que no es así ,que cada juramento que me hacías era como intentar tapar el sol con un dedo, me pregunté en varias ocasiones que hice mal para que lo nuestro acabará y me he dado cuenta que yo no hice nada que fuiste tú. Tú, con tus malditos caprichos que hiciste de lo nuestro una rutina, y tú me hacías sentir mal, y yo como una estúpida pidiendo perdón.



Imposible, pensé,  imposible no podré olvidarte, pero el tiempo lo cura todo, e incluso la mayor herida del corazón. Es igual que cuando se rompe algún objeto y lo reconstruyes no queda igual, y si lo contemplas atentamente puedes observar que hay una marca que deja constancia de haber sido reparado, pero aún así  tiene un aspecto favorecedor, como si nunca se hubiera roto.
No niego que en el momento que me dijiste adiós, quería tirarlo todo por la borda, porque sentía estar al borde de un precipicio, mejor dicho al borde del  abismo cada vez que te veía, no sabía si saltar y ponerme a llorar o quedarme quieta y sonreír.

Decidí  saltar y romper a llorar, con cada recuerdo, con cada foto, con cada regalo, con cada conversación que habíamos tenido, me las releía día sí y día también no lo podía evitar. Hasta que me di cuenta que  no valía la pena, hundirme en el sufrimiento, no más, ya me había humillado lo suficiente como para seguir haciéndolo .Elimine tus fotos, tus mensajes e incluso tu número de teléfono, decidí levantarme  y  fingir una sonrisa al principio me costo, pero  poco a poco  con el tiempo  esa sonrisa ha dejado de  ser fingida y mis ojos vuelven a brillar como lo hacían antes y viven el presente, porque saben que el pasado ya no volverá y si lo hace ya no volverá a tener esa misma sensación ,la sensación de estar enamorada por primera vez.




Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada